Fue fundado en 1974, aunque ya tenía una copa en su poder. La había ganado el año anterior en la Liga Madariaguense, donde competía desde 1971. El recuerdo a cuatro décadas de su creación con un anticipo del libro “Atlético Villa Gesell, 40 años”.
NACIÓ CAMPEÓN
(Capítulo adelanto de «Atlético Villa Gesell, 40 años», inminente publicación sobre la historia del club)
Atlético no nació con un pan debajo del brazo, pero casi: cuando el club fue creado oficialmente, en 1974, ya tenía un campeonato ganado en la Liga Madariaguense de Fútbol, donde competía desde 1971. Aunque parezca una rareza, tiene todo el aval de la lógica. En aquellos tiempos no sólo el fútbol sino diversas actividades comenzaban a expandirse en la Villa de manera multitudinaria, desbordando las escasas capacidades institucionales. Por eso, muchas organizaciones se constituyeron formalmente tiempo después del inicio de sus funciones.
A pesar de que también se jugaba en la canchita de papi de la Capilla y en el gimnasio de Juan Carlos Galeano en Bs.As. y 215, la práctica de fútbol en Villa Gesell estaba básicamente concentrada en el Club Defensores. El pequeño predio en 8 y 106 (donde hoy está la Biblioteca Rafael Obligado) fue cedido por Carlos Gesell en 1969, quién dio el puntapié inicial en el partido inaugural. El pueblo no ofrecía demasiado esparcimiento y muchos esperaban salir del colegio o del trabajo para ir a jugar a esa canchita hasta bien entrada la noche, incluso en picados de hasta 20 contra 20. El fervor siguió creciendo, dando lugar a equipos, partidos con árbitros y, finalmente, un torneo. Equipos como Los Rojos, El Lobo o Ciervo Dorado se inscribieron en una historia que hoy es mítica: la de los interbarriales en Defensores. Era la primera vez que se jugaba al fútbol en Gesell con organización y continuidad.
En simultáneo, una experiencia similar comenzó a suceder en la vecina Pinamar. Ante la irrupción de nuevos torneos, la Liga Madariaguense inició un intenso proceso de apertura hacia las otras ciudades del Partido con el objetivo de no perder representatividad en la zona. El incipiente Atlético fue uno de los equipos geselinos que aceptó la invitación para formar parte de una organización afiliada a la AFA, aunque en ese entonces no tenía cancha y ni estaba constituido como club. Como muchas experiencias futbolísticas de la época, su único capital era el puñado de vecinos que le dedicaban tiempo y pasión durante sus ratos libres.
Según una investigación del semanario Realidad Geselina, el primer partido del que se tiene registro data de mayo de 1971. Aquella vez, Atlético empató 2-2 con un elenco de Pinamar en el Estadio Francisco Alcuaz de Madariaga. Los primeros goles en la historia del Canario fueron anotados por Alberto Sasso y Víctor Hugo Funes. El plantel originario, dirigido por Paty Fernández, se completó con Héctor Cabral, Juan Saluk, Omar Tévez, Julio Krisman, Meco Rodríguez, Héctor Calicchio, Leonardo Flores, Arsenio Rodríguez, Alberto Villalón, Claudio Forcada, Marcelo Fritzler y Ernesto Berro.
A finales de aquel año, un artículo del periódico La Villa daba cuenta no sólo de aquel partido, sino también de las ambiciones institucionales que Atlético comenzaba a tener. “Atlético es, sin duda, algo más que un joven y pujante equipo de fútbol. Según parece, el flamante club -aun en proceso de consolidarse- está llamado a llenar las aspiraciones futbolísticas de nuestra Villa. Apuntan a ser algo más que un equipo de potrero y acaban de afiliarse a la AFA para competir en la Liga Madariaguense”, reseñaba la nota periodística, que además se reproducía un testimonio del DT Rubén Luz: “Por el momento, lo que más nos interesa es competir y prepararnos con miras al futuro. Tendremos pronto confrontaciones importantes y debemos estar preparados para que el equipo rinda al máximo”.
Aquellas expresiones periodísticas de 1971 fueron premonitorias: el éxito deportivo tardó solo dos años en llegar y Atlético se convirtió en el primer equipo no madariaguense en ganar la Liga. Los campeones del 1973 fueron Fernando Moreyra, Quique Beautes, Tito Cabral, Reinaldo Aberastegui, Hugo Giorgio, Marcelo Fritzler, Rubén Giorgio, el Abuelo Escobar, Castellanos, Arsenio Rodríguez, Héctor Pino Luna, Alberto Sasso, Héctor Calicchio, Rubén Tisera, Roberto Icardo, aunque también colaboraban Claudio Forcada y Morcilla Rodríguez. Aunque no hay registros pormenorizados de aquella campaña, las memorias épicas hablan de una final ganada por penales en Madariaga.
Pero un club deportivo no se construye sólo con resultados, copas y misceláneas. También se necesita de un ordenamiento institucional que permita administrar y generar energías y recursos. A esa dirección se avanzó decididamente en diciembre de 1974, mes en el que los socios fundadores se constituyeron para realizar las primeras reuniones oficiales, definir una Comisión Directiva y determinar de una manera formal y jurídica las actividades del Atlético.
El acta fundacional fue firmada el 1° de diciembre, en una asamblea realizada en 105 y 5, con la presencia de Elsio Luis Bogan (presidente de hecho hasta ese entonces), Eduardo Castillo, Osvaldo Buccini, Elvio Salvador Luna, José Mariani, Rubén Luz, Eduardo Allevato, Francisco Sanz, Jorge Rodríguez y Victorio Confetto. La cantidad de asistentes se triplicó en la siguiente reunión, organizada veinte días más tarde, donde se eligió una Comisión (presidida por Buccini) y se redactó el Estatuto del Club, que proponía una institución más allá del fútbol a través de objetivos tales como “propender a la práctica de deportes creando los medios necesarios, estimular los vínculos sociales de los habitantes de la localidad, difundir y desarrollar actividades culturales, desarrollar un ambiente de cordialidad y solidaridad entre los asociados y propender al mejoramiento intelectual y cultural de sus asociados”.
La fecha de fundación fue cifrada en el 7 de diciembre de 1974. El círculo administrativo se cerraría el 7 de agosto de 1975, cuando la Asociación Deportiva Atlética Villa Gesell obtiene la Personería Jurídica, algo así como su Partida de Nacimiento formal. Constituido legalmente como club, Atlético inicia a partir de ese entonces su etapa más interesante: la de madurar, crecer, aprender y vivir una historia que supera los 40 años de vigencia.
