Adelanto «Historias de Villa Gesell»: Memorias del café concert

El libro “Historias de Villa Gesell” será reeditado el mes próximo, con correcciones, ampliaciones y nuevos capítulos. Aquí anticipamos uno de ellos: el que habla sobre los inicios en la Villa de uno de los exponentes de ese formato escénico: Jorge Corona


JORGE CORONA
Memorias del café concert
(Del libro «Historias de Villa Gesell»)


Antes de llegar a la calle Corrientes y despegar como humorista de cine y televisión, Corona se curtió largos años en las modestias del café concert, un formato sencillo y subterráneo, en los márgenes del circuito comercial. Surgido en esas épocas, el café concert le permitió proyección a personajes como Antonio Gasalla, Carlos Perciavalle, Enrique Pinti o Nacha Guevara. Corona no era tan popular como aquellos, pero había logrado lo que todo artista desea: dejar una marca y ser identificado con ella. Al desenfado y la irreverencia de sus colegas, él humorista le sumó el uso indiscriminado de malas palabras. Todas las que fuesen posibles y a la mayor velocidad. Nadie se había animado a tanto. “Malas palabras son ‘corrupción’, ‘violación’, ‘tortura’, ‘desaparecidos’, y no las boludeces que pueda decir yo. Un país gobernado por Isabelita, Lastiri, López Rega, Menem… ¡mamita! Hay que votar al movimiento gay: si nos van a romper el culo, que por lo menos lo hagan profesionales”, opina, bien a su estilo.

La Bota Rota, La Mar en Coche o El Grillo fueron algunos de los reductos geselinos que le permitieron a Jorge Corona realizar sus primeros pasos en el humor. Su espectáculo era sencillo: él y su público. No hacía falta nada más. El dato de ese humorista corrosivo que recitaba palabras soeces a la velocidad de la luz se divulgó rápidamente y las improvisadas salas dejaron de dar abasto a la demanda de la gente. Muchas veces, Corona salía a la calle después de su función y seguía contándole chistes a quien quisiera escucharlo.

Leé el capítulo completo en la versión impresa de “Historias de Villa Gesell”. Click aquí.