Charly García: “Gesell tiene una geografía muy Sui Generis”

El recuerdo del músico sobre las distintas visitas a la ciudad desde sus años de juventud, pasando también por dos shows emblemáticos en el Autocine geselino: el de la frase “Drogas sin sol”, en 1996, y el del Gesell Rock 2015, donde fue el show central del primer evento rockero de importancia después de la tragedia de Cromañón.

Por J.I.P. | Desde los inicios de Sui Generis, cuando vino a tocar a una Villa desconocida para el mercado del rock, hasta sus últimas presentaciones solistas (ya sea en anunciados festivales o de sorpresa en bares como Sutton), Charly García acumuló un sinnúmero de recuerdos y experiencias en Gesell.

Que van, como se dijo, desde lo musical (muchos recuerdan a La Máquina de Hacer Pájaros en un pequeño pub del centro, o bien a Charly solista luciéndose en el Gesell Rock 2005) hacia la personal, como el escándalo por “Drogas sin sol”, frase que supuestamente dijo en enero de 1996 en el Autocine geselino.

“Gesell tiene un cierto espíritu ‘hippón’ que por momentos es creíble y por momentos es ridículo… aunque creo que disfruto con las dos cosas”, definió Charly García, según quien la Villa tiene “gente hospitalaria y una geografía muy Sui Generis”.

“Yo nunca fui un hippie-hippie”, aclaró Charly. “Me fui de casa y habré estado quince días en un parque, no viví esa vida. A decir verdad, no sabía qué era el hippismo hasta que apareció la revista Times diciendo ‘estos son hippies’. En ese momento había gente de pelo largo, post-beatle y todo eso, y yo adopté de alguna forma esa posición porque era un beatle adicto. Digamos que era un hippie más para el lado de la música; nunca fui a tener hijos a El Bolsón ni esas cosas”.

Entre los recuerdos imposibles de borrar de sus experiencias geselinas aparece aquel cuestionado show en el Autocine de fines de enero de 1996. “Me caía, loco…”, reconoció acerca de la olvidable performance. “Pero eso no era por ‘las drogas’, como la gente opina, sino por unas pastillas que me dieron cuando estuve en la clínica de la que había salido. Y me hacían perder el equilibro… porque los efectos colaterales eran peores que los que supuestamente te curaban”.

Curiosamente, fue a raíz de otro show en el mismo Autocine donde pronunció otra frase de gran resonancia pública. Sucedió en enero de 2005, casi una década después de aquel en el que dijo “Drogas sin sol”. La primera edición del Gesell Rock fue el primer evento de importancia después de Cromañón y todas las miradas estaban posadas en el festival. Charly quiso usar pirotecnia en su show, que iba a ser en un lugar abierto, aunque naturalmente el pedido fue rechazado. “¿Qué van a hacer? ¿Prohibir la Navidad?”, protestó el músico. Yo sé bien lo que es el fuego: mi mismo departamento se incendió y es una de las cosas más horribles que experimenté en la vida. Tengo ese dolor insoportable de cuando me enteré. Pero, ¿de qué sirve ahora toda la paranoia con el fuego? Comprendo esto como un luto, pero nada más, porque no sirve el remedio después de la enfermedad”.

A la hora de los bifes, cuando debió subirse al escenario con la responsabilidad de ser el acto central de todo el Gesell Rock, Charly optó por brillar y entregó uno de los más lúcidos y lucidos shows de toda su vida. Una sucesión de clásicos soberbiamente interpretados por él y sus músicos (a quienes esa noche los bautizó como “The Prostitution”) en una noche de verano estrellada en Villa Gesell. Y, cuando estaba por hacer “Seminare”, clásico angular de Seru Giran, Charly proclamó con ironía: Juro que nunca estuve en un fogón”.