Curiosidades del bosque geselino: las ruinas de «la matera» que no fue tal

A pocos metros del Chalet Histórico se encuentra una construcción precaria y derruida que, con el tiempo, se la llamó “matera”. Pero Museo rescató una foto que permite ver la funcionalidad original, además de un prolijísimo techo hexagonal de tejas.  

 

Por Juan Ignacio Provéndola | A pocos metros de la casa original de cuatro puertas, Carlos Gesell levantó un chalet como vivienda definitiva. Más retirados de la playa, conviven en lo que hoy se conoce como Pinar Histórico otros espacios, desde el playón de mantenimientos varios hasta el vivero. 

Pero, de las dos casas de Gesell, lo que más cerca se encuentra es una pequeña construcción en ruinas que llama la atención a visitantes y desconocidos. Apenas una pared de ladrillo y una arcada que da a lo que alguna vez supo ser el interior de un lugar techado.

Por sus pequeñas dimensiones, el sitio (a través de sus vestigios) parece hablarnos de un espacio de encuentro. En ese sentido, boca a boca hizo circular la idea de que se trataba de una “Matera”. Y así empezó a ser llamado coloquialmente. 

Sin embargo, el Museo de Villa Gesell rescató una foto en blanco y negro en la que el punto de fuga lo ocupa el chalet de dos pisos, construido en 1951 sobre la cumbre del médano, de cara al mar. Y en primer plano, aunque sesgado hacia uno de los costados de la imagen, aparece prácticamente completa aquella construcción conocida como “La matera”.  

Un interesante techo a seis aguas toma el principal protagonismo de esa construcción en la foto por dos motivos: el sol le pega completo al hexágono de tejas, y en consecuencia proyecta sombra. Esto último impide ver con gran detalle todo lo que está debajo, aunque igualmente la fotografía permite advertir que al cubículo que hoy sobrevive lo complementaba una pequeña galería circular. Apoyado contra una pared, del lado de afuera, parece haber una pequeña mesa, o acaso una silla. 

En el texto que acompaña a esta última foto, el Museo afirma que ese espacio cercano al chalet funcionó como “lugar de encuentro con amigos, peones, donde se organizaban comidas, asados y demás agasajos informales”. Y, además, agrega: “La familia de Gesell dice que don Carlos no tomaba matera, así que no deberíamos llamarla ‘La matera’, sino ‘El fogón’”.