La historia del ombú que quería llegar al mar

En la década del ’70, una pareja le donó a Carlos Gesell un ombú que decidió plantar en donde actualmente es la Plaza Primera Junta. Cuatro décadas más tarde, el árbol se convirtió en todo un símbolo de la ciudad, además de ser uno de los pocos de su especie que no se halla en sobre la pampa, sino cerca de la playa.

Fragmento de «Primera Junta: secretos de nuestra plaza mayor»
(CAPÍTULO DEL LIBRO «HISTORIAS DE VILLA GESELL»)FB HVG

Aunque siempre fue pensada como plaza seca, convivieron en distintos rincones de la Primera Junta todas las voluntades por invadir de verde el amplio predominio gris. Primero fueron los rosales, flanqueando a la madre de la escultura a través de canteros, luego se le sumaron las lavandas plantadas por el recordado vecino y actor Nando Stolis. Fue este mismo, dicen, quién advirtió con notable sorpresa la presencia del resistente ombú que roza la avenida 2.

Según cuenta la historia, Teresa y Santiago Ruggieri le obsequiaron en la década del ’70 un ombú bonsái a Carlos Gesell, quién primero lo crió en su vivero personal junto a Emilia Luther y luego dispuso su trasplante a ese bajo entre dunas que más tarde sería conocido como Plaza Primera Junta.

Su supervivencia causa aún asombro entre los especialistas en botánica, quiénes no dudan en afirmar que esa especie es una de las que más cerca yacen del mar. Acostumbrado a desarrollarse en suelos secos gracias a su gran capacidad para retener y conservar líquido en su interior, el ombú era muy utilizado antiguamente para establecer mojones y puntos de referencia en la vasta llanura pampeana.

Una ordenanza aprobada en 1990 establece la “protección y contralor del perfecto desarrollo y salud” del ejemplar. Veinte años más tarde, como parte de una de las actividades propuestas por el Museo del Bicentenario y ante la presencia de un veterano pero inoxidable Santiago Ruggieri, se colocó un nuevo cartel de señalización con el nombre del árbol tallado en madera por la vecina Rocío Salas, integrante del Museo y Archivo Histórico Local y reconocida activista ambiental.

Don Santiago Ruggieri falleció poco tiempo atrás. Su familia, con notable sentido de poética sensatez, ha decidido depositar las cenizas en la base de este legendario árbol. El evento sucederá hoy jueves a las 16, en Avenida 2 casi Paseo 104.

Como el gaucho Fabio Cáceres en la novela Don Segundo Sombra de Ricardo Güiraldes, nuestro ombú llegó desde las inmensidades rurales para observar con sorpresa ese gran doble cielo que es el mar, una Pampa azul que el resto de su especie tal vez jamás haya podido conocer.

Capítulo del libro “Historias de Villa Gesell”. Más info: CLICK ACÁ