El día que Menotti separó a Saporiti y Pachamé en la cancha del Atlético
El estadio Carlos Idaho Gesell se inauguró con un cuadrangular que cerraron la Selección Sub19 y Estudiantes de La Plata, cuyos técnicos casi terminan a las piñas. Los logró disuadir el Flaco, DT campeón del mundo y presente en aquel partido.
Por Juan Ignacio Provéndola | Se llamó “Copa de Verano Ciudad de Villa Gesell” e involucró a la Selección Argentina Sub19, Racing de Avellaneda, San Lorenzo de Almagro y Estudiantes de La Plata. Todavía no eran tiempos de fútbol televisado a toda hora y lugar y el cuadrangular constituía todo un acontecimiento. Y la jerarquía de sus participantes convirtió a Gesell en centro de atracción futbolera durante aquel enero de 1981.
Para la Selección Juvenil, ese torneo sirvió de preparación para el Sudamericano clasificatorio al Mundial de Australia ‘81, donde debía defender la corona que el elenco protagonizado por Diego Maradona y Ramón Díaz había conseguido dos años atrás en Japón. Aunque (al igual que en combinado mayor) el entrenador era César Luis Menotti, el Flaco decidió viajar a Villa Gesell sólo como espectador y delegó el mando en Roberto Saporiti, su ayudante de campo.
El campeón del torneo de verano fue el Cuervo, que tenía una delantera integrada por Walter Perazzo, Rubén Darío Insúa y Hugo Coscia. Su técnico Victorio Cocco había aprovechado el viaje a Gesell para realizar una durísima pretemporada dividida en tres turnos: a las 6 de la mañana arrancaban hacia la playa, luego desayunaban y volvían a la arena, y por la tarde (tras el almuerzo y la siesta) hacían trabajos con pelota en la cancha de Atlético o en la de Defensores.
Sin embargo, un mal presagio puso en alerta al equipo azulgrana: en su domicilio, el jugador Hugo Pena caía fulminado por una descarga eléctrica. San Lorenzo venía arrastrando problemas institucionales y deportivos que se profundizaron en 1979, cuando el gobierno militar los despojó de su histórico estadio en Boedo. La estocada final ocurrió el 15 de agosto de ese mismo 1981, cuando se convirtió en el primero de los equipos denominados “grandes” en descender a la B.
A Estudiantes, en cambio, Gesell pareció traerle mejor suerte: aunque su performance en el cuadrangular fue pobre, poco después de la visita geselino llegó la noticia de que el Torino de Italia contrataría al talentoso volante Patricio Hernández. La operación, consumada en una cifra récord para la época, le permitió al club armar el plantel con el que (primero a las órdenes de Carlos Bilardo y luego bajo la dirección de Eduardo Luján Manera) ganaría el Metropolitano ’82 y el Nacional ’83 después de llegar las semis del Nacional ’82 y de la Libertadores ’83.
Aunque exhibía talentos rutilantes, el nivel futbolístico de aquel torneo fue tan decepcionante que los periodistas enviados por distintos medios nacionales tuvieron que llenar los espacios con otros asuntos. Uno de ellos fue gresca descomunal que protagonizaron los veintidós jugadores de San Lorenzo y la Selección Juvenil cuando el partido entre ambos agonizaba en un soporífero 0-0.
Días después, Estudiantes y la Sub19 jugaron otro partido igual de aburrido y de picado y la bronca continuó más allá de pitazo final. Tal fue así que el entrenador Pincha Carlos Pachamé casi se va a las manos con Saporiti y el preparador físico Ricardo Pizarotti en el playón de estacionamiento del Atlético de Villa Gesell. Los terminó separando César Luis Menotti ante la atónita mirada de jugadores, fotógrafos y espectadores.