El Soldado termina el disco grabado en La Barraka de Villa Gesell

El artista radicado en nuestra ciudad desde el 2020 acaba de lanzar el tercer adelanto de “Haiku blues”, su próximo álbum, registrado en el estudio del geselino Christian Rodríguez. Además prepara una nueva versión del clásico “Tren de fugitivos” a 25 años de su publicación. 

 

Nota: J.I.P. | Foto: Osiris Marti | De vuelta al circuito de shows después de su acuarentenamiento en Gesell, El Soldado empieza ahora a mostrar algo de todo lo que produjo en aquellos meses de confinamiento, lejos de su circuito habitual.

En esa saga, “En tibios besos” es la tercera canción publicada de “Haiku blues”, un disco que se irá develando de esa forma, a través de plataformas digitales, para finalmente ofrecer una versión vinilo. En simultáneo, el músico también trabaja una nueva versión de “Tren de fugitivos” a veinticinco años de la salida de aquel emblemático álbum. 

Ambos proyectos tuvieron su origen en Villa Gesell, adonde El Soldado se arrimó a partir del 2020. Atrapado por la pandemia, el músico generó situaciones atractivas desde allí, nada más que son su guitarra y un celular: sus vivos de Facebook repasando canciones y las entrevistas a otros artistas por Instagram son los más recordados. Pero cuando la cuarentena se volvió expansiva, Soldado tuvo que salir a buscar otros recursos técnicos. Y se encontró con Christian Rodríguez, músico geselino que tenía armado el mejor estudio de Gesell: La Barraka. 

Ese vínculo le permitió a El Soldado hacer desde la Villa un streaming de calidad en la misma época donde el formato empezaba a expandirse. Fue, además, el primero que se realizó en esa ciudad durante la cuarentena. 

Luego las prohibiciones fueron aflojándose poco a poco y el músico logró retomar su circuito de vivos habitual. Tan solo en 2022 tocó más de treinta veces en toda la zona AMBA, desde barrios porteños, plazas fuertes del conurbano y más allá, coronando en agosto con una escala en Tecnópolis. Su próxima vista porteña será el sábado 12 de noviembre en el Marquee, aunque antes de eso tocará en Ituzaingó este sábado 24.

Quedan, mientras tanto, proyectos iniciados en aquellos meses pandémicos y geselinos. El primero fue “Canciones de un largo camino”, disco en formato vinilo que registra el primer streaming de El Soldado en pandemia: solos él y su guitarra, en vivo desde La Barraka de Villa Gesell el 29 de agosto de 2020. 

En esos tiempos El Soldado y Rodríguez también pensaran proyectos de mayor aliento. El primero: mejorar “Tren de fugitivos” a veinticinco años de su edición inicial, octubre de 1997. Algo que el músico reveló y muchos esperan. 

Y, en simultáneo, el trabajo sobre nuevas canciones. Para que este año se estrenaran “Aún”, “Hacia la luz y el espíritu” y “En tibios besos” fueron necesarios por lo menos dos años de trabajo en el eje Gesell-CABA. Eso incluyó desde viajes a Gesell para grabar en La Barraka hasta sesiones en los estudios porteños de Tino Moroder o Romaphonic. 

De esa trilogía inicial, “En tibios besos” aparece como el primer fuego hacia el formato canción que Soldado tan bien sabe hacer: Neil Young, George Harrison, el rock de garganta negra, las uñas de barro y la copa en alto para ir de la coda hacia el estribillo con el músculo de las guitarras.   

“Llevamos adelante estas canciones que van a ser buenísimas”, banca El Soldado. “Hay muchas influencias de música popular, folclore. Y de rock, por supuesto: se trata de canciones con guitarras. Pero también de cosas que fui sumando, como cuerdas y trompetas”.  

“El disco empezó a configurar en Gesell un poco con la pandemia, la idea comenzó por ahí”, cuenta El Soldado. “Entonces en diciembre de 2020 vinieron músicos de Buenos Aires como Martín Aloé, Timothy Cid, Guillermo Piccolini o el Piraña Peraita a grabar las bases de lo que serían las canciones en La Barraka. Y luego seguí trabajando con Christian Rodríguez en las guitarras y un poquito lo que tiene que ver con las ideas vocales”. 

En lo sucesivo hubo otras locaciones de trabajo para el próximo disco de El Soldado. Como el estudio de Tino Moroder (bajista y guitarrista de su banda) donde se ajustaron cuerdas, o del Almagro en el que grabaron los vientos. Finalmente, cuando había que echar mano a la mezcla definitiva en Romaphonic de Buenos Aires, Soldado volvió a llamar a Christian Rodríguez para compartir ese trabajo sensible y quirúrgico sobre la obra, casi definitorio. “Trajimos de La Barraka algo bastante hecho, bien editado y muy prolijo”.

Las canciones están siendo soltadas como singles en las plataformas digitales. Así, hasta llegar a las nueve que formarán parte orgánica de “Haiku Blues”. ¿El nombre?: “Un clásico mío: ponerle al disco el de una de las canciones”, anticipa.