La importancia del cooperativismo en un lugar como Villa Gesell

La Cooperativa Telefónica surgió como una necesidad de su época, aunque luego tuvo que adaptarse a las exigencias del tiempo; 50 años después logró expandirse hacia otros servicios, siempre con la misma pulsión comunitaria.

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Aunque suscriba a las lógicas de una empresa, una cooperativa nunca debe perder de vista que su razón social no surge del interés de una elite dirigencial, sino de la necesidad de un colectivo de personas que intercambiar esfuerzos para solventarla. La Cooperativa Telefónica de Villa Gesell no se hizo cargo de la telefonía local para salir a competir al mercado, sino porque ese era el mecanismo conveniente para abastecer de dicho servicio a una comunidad que podía resolver y decidir por su cuenta a partir del esfuerzo colectivo.

Desde la comisión que firmó el acta inaugural en abril de 1963 a la fecha se sucedieron (y se suceden, aunque es obvio aclararlo) una innumerable cantidad de voluntades. Sin distinciones. Al fin de cuentas, todo abonado es socio de una empresa a la que financia con su paga mensual. De eso se trata el cooperativismo.

Fue un trabajo intenso y exigente el que tuvieron que hacer la Cooperativa y todos sus abonados para desarrollar por un lado el servicio requerido, y por el otro actualizarse y ponerse al día con las exigencias tecnológicas de un mundo que no cesa ni da respiros.

Después de haber logrado el abastecimiento en todos los rincones del Partido de Villa Gesell (en el que se encuentran no solo la ciudad, sino también las localidades de Mar Azul, Las Gaviotas y Mar de las Pampas), Cotel comenzó hace veinte años un proceso de expansión de servicios más allá del de la telefonía, aunque siempre teniendo a esta como referencia fundamental.

En 1997 llegó Internet a la ciudad con la inauguración del Nodo Villa Gesell, que con el tiempo fue actualizando su ancho de banda para multiplicar el acceso a la conexión y la velocidad de navegación. En 1998, la experiencia del IAC dio origen a lo que actualmente es el Centro de Estudios, aula virtual que en sus modernas instalaciones de Boulevard y 114 ofrece desde cursos y bachilleratos hasta licenciaturas y posgrados, pasando por tecnicaturas y, también, carreras terciarias y de grado.

“La dinámica de las comunicaciones no hace que haya un objetivo nítido final, sino caminos por recorrer, y la idea es ir por los que nos permitan combinar la calidad de los servicios, el beneficio de Villa Gesell y condiciones más ventajosas para la empresa”, dice Antonio Roncoroni, presidente de la Cooperativa.

Con la política de invertir en tecnología e insumos generados y producidos en su propia ciudad, la Cooperativa Telefónica siguió avanzando hacia el futuro con innovadoras propuestas, como la red de seguridad domiciliaria, la prestación de telefonía celular con Nuestro,  el sistema de películas online Vicoo y el portal www.gesell.com.ar (con infinidad de servicios tanto para vecinos como para turistas).

“Caminos despacio porque estamos apurados. Es decir: trabajamos con prudencia para resolver urgencias, como seguir creciendo con Internet y la telefonía celular, atender a nuestros socios y clientes lo mejor posible y defender las fuentes de trabajo”, describe Roncoroni.

Todo, para el beneficio de quince mil abonados mensuales, quienes saben que si tienen alguna inquietud o inconveniente, serán atendidos no por una computadora, sino por otro abonado como él que rápidamente le dará curso a la solicitud.  Y que hasta  incluso apoya emprendimientos beneficiosos no solo para la Cotel, sino también para la ciudad. Pueden dar cuenta de eso todos los que reciben algún tipo de estímulo de parte de la Cooperativa.

“El cooperativismo tiene recetas bastante interesantes que, si las aplicamos, mejoran la calidad de vida”, asegura Antonio Roncoroni, y muestra el ejemplo de la Federación de Cooperativas Telefónicas del Sur, organización que él preside y que en los últimos cinco años logró un importante salto de representatividad, pasando de 35 a 180 cooperativas asociadas. Además de representar a todas ellas ante autoridades como Comisión Nacional de Comunicaciones y la Secretaría de Comunicaciones de la Nación, Fecosur también funciona como consultora y asesora de sus propios miembros.

“Ha aparecido el cooperativismo eléctrico dentro de las cooperativas telefónicas, y pymes con pensamiento cooperativo, y lo que hizo Fecosur fue abrirle las puertas para que puedan expresar sus necesidades políticas y gremiales”, explica Roncoroni, acerca del crecimiento de Fecosur (a la que Cotel pertenece). Ahora, Fecosur busca capitalizar toda su pulsión cooperativista en el desarrollo de Nuestro, un servicio de telefonía celular ofrecido por cooperativas. “Estamos poniendo mucho empeño en este proyecto, que nos abre la ilusión a que el cooperativismo ingrese con un servicio más”, dice Roncoroni.

 

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