Pajarito Zaguri: pionero del rock nacional con sello geselino

A casi dos años de su fallecimiento, recordamos al guitarrista que había sido parte de la generación que originó el rock en Argentina a través de Los Beatniks, banda que debutó en el Juan Sebastián Bar de 107 y 2 durante el verano del ‘66.

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Pajarito escuchó hablar de Gesell por vez primera a través de Mario Kaiser, un amigo con el que habían sido rebotados de una audición para integrar El Club del Clan. “Allá ya veraneaba gente del cine como Leonardo Favio, Oscar Caballero y Héctor Pellegrini”, recuerda. El viaje iniciático fue en carpa, acompañado de algunos amigos que se había hecho en un pub jazzero de Pueyrredón y Juncal donde poco después se comenzó a funcionar La Cueva. Uno de ellos era Javier Martínez, futuro baterista de Manal. “Ahí se produjo la primera invasión rockera a Gesell, aunque también nos acompañaron el Chango Farías Gómez, Hernán Figueroa Reyes y los Huancahuá”, apunta.

Ese verano fue extra “Los inconstantes”. La película, rodada en Gesell por el director Rodolfo Kühn, logró un gran impacto en Buenos Aires, generando curiosidad e inquietud en muchos porteños que comenzaron a venir a la Villa para comprobar si sucedía en el pueblo todo aquello que reflejaba el film. “Yo hacía de novio de Virginia Lago. La película no fue muy fiel, porque mostraba la joda pero no toda la movida bohemia que había detrás. Kühn filmó lo que él se imaginaba que era Gesell y no lo que verdaderamente pasaba. Por eso, la gente empezó a ir buscando eso, pero no se encontraba con otra cosa”, sostuvo. Aunque ya le decían Pajarito, fue Kühn quien le puso el apodo de Zaguri, en honor al apellido de por entonces esposo de Brigitte Bardot. El director había visto el póster de la actriz que el futuro músico había colgado detrás de la barra del Topsy Bar, donde él era camarero.

En esa temporada aprendió también sus primeras nociones en guitarra, gracias a la ayuda del folclorista Argentino Luna. “Él estaba trabajando ahí, en un boliche que se llama La Polilla. Me decía “poné un dedo acá, otro acá y empezá a tocar que te voy a enseñar a cantar una zamba”. Con las guitarras hacíamos temas de folklore, pero también las versiones en castellano que los Teen Tops hacían de Elvis Presley, Chuck Berry, Jerry Lee Lewis, Carl Perkins y todos los rockeros de los 50’s”, dijo.

Pero la experiencia que lo asoció por siempre a la ciudad fue la del Juan Sebastián Bar: allí, con él en la guitarra, debutaron Los Beatniks, el grupo que grabaría el primer disco en la historia del rock nacional, Rebelde. “La garantía la puso el viejo de Moris, pero necesitábamos guita para el alquiler porque entre lo que juntamos todos no alcanzaba, así que fuimos a pedirle unos mangos a Sandro. El tipo sacó la billetera y dijo “¿cuánto necesitan”. Es una persona muy generosa, re-capo… un groso de verdad”.

Los Beatniks grabaron Rebelde a la vuelta de esa temporada, en el otoño de 1966, aunque Pajarito prefirió quedarse en Gesell, cuidando una casa en 2 y 106. Más tarde retomó su carrera en la música, aunque con andar irregular. Se destacan su paso por Los Náufragos y bandas propias como La Barra de Chocolate. También grabó cinco discos como solista, el último de ellos en 2009.

Antes de establecerse definitivamente en un departamento sobre la Avenida Corrientes, en Capital, Zaguri volvió a la Villa unas cuantas veces más. En 1985, por ejemplo, viajó con su esposa para bautizar en el mar a su hija recién nacida. En un verano posterior vino también a hacer la temporada vendiendo pulseras artesanales. Había puesto una carpa “en un asentamiento que quedaba a 15 cuadras de la playa” y comía en un comedor comunitario. Claro que también hubo regresos en plan artístico, como cuando lo hizo en 2001 para tocar con su banda “Los jóvenes viejos”. Esa temporada también fue invitado por Los Tipitos a zapar en plena peatonal. Lo presentaron como una eminencia del rock nacional y no hizo falta más.