Semáforos en Villa Gesell: ¿Luz verde o roja?

Una consulta popular invitará a la comunidad a expresar su opinión acerca de la posibilidad de instalar tres dispositivos en intersecciones críticas del Boulevard. Se abre un interesante debate sobre la política y la cultura de tránsito en Villa Gesell.

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La propuesta causó asombro: por primera vez, semáforos en Villa Gesell. Imaginémoslo por un segundo. Parece inverosímil. Sin embargo, una consulta popular relevará la opinión que la ciudadanía tiene acerca de la posibilidad de instalar tres dispositivos en intersecciones fundamentales del Boulevard, a la altura de los paseos 105, 107 y 115.  

A poco de la noticia se instaló el debate desde distintos sectores de la comunidad y nadie quedó ajeno al tema. De esto se habla ahora en cualquier rincón de la ciudad.

La primera reacción fue de quienes creen que esta idea contradice la identidad de un lugar que siempre buscó evitar hábitos urbanos. Badenes, lomos de burro y agentes ordenadores de tránsito fueron soluciones que nuestra ciudad ofreció como alternativas a los semáforos para regular el tráfico vehicular.

Pero el tiempo pasó, la ciudad creció y el parque automotor ya no es el de antes. Y no solo las eventuales demoras de tránsito en ciertas zonas y a determinadas horas exigen respuestas, sino también la penosa estadística alimentada por accidentes viales.

Colocar tres semáforos podrá alterar la identidad de la ciudad, aunque tampoco se habla de talar el pinar o de alisar los médanos. En todo caso, la pregunta es si este sistema contribuirá no solo a armonizar el tráfico en intersecciones concurridas sino también a mitigar los accidentes. Una inquietud más ambiciosa, por lo tanto compleja y con más opciones por considerar (cámaras con radares y fotomultas, por citar tan solo una).

No queda claro si es por una normativa deficiente, por defecciones en los controles o por imprudencia de los conductores (acaso un poco de cada una), pero lo cierto es que Villa Gesell se debe históricamente una evolución no solo en su política y sino también en su cultura de tránsito. Un debate amplio que también incluye el uso de casos en motociclistas, la presencia de cuidacoches ilegales en verano y o una bicisenda que sea funcional a su objetivo inicial (y no la vereda de calles sin… veredas).

La ciudadanía evaluará la propuesta, y de aceptarla es muy probable que cada semáforo genere una mejora vehicular en la órbita del lugar donde se emplace. De esa forma, quedará zanjada la discusión. Sin embargo, quedarán otras abiertas, latentes, esperando ser consideradas el día que la ciudad se proponga tener una conducta de tránsito afín a su identidad.