Shoppings virtuales: los mercados de pulgas de la era digital

Con el avance de la era tecnológica y las redes sociales, las personas descubrieron una nueva modalidad para vender y comprar sus cosas: páginas de venta online donde se pueden encontrar desde zapatillas usadas hasta muebles antiguos.

Por Sergio Berenguer

Las aplicaciones de mercados virtuales nos dan la oportunidad de, tan con un par de fotos y breves palabras de descripción, poder vender nuestros objetos menos deseados. Incluso, si uno se empapa en el tema, podrá descubrir gente que remata sus pertenencias por precios debajo de lo común, para poder saciar alguna necesidad material.

La última tendencia es la de páginas armadas en Facebook, que lograron acaparar la atención de insaciables que las recorren a toda hora buscando oportunidades. Las otras páginas del rubro (como Mercado Libre, OLX y Alamaula), le declararon la guerra a esta nueva moda aplicando apps que permiten sectorizar al usuario. Lo hacen gracias al GPS incorporado en los equipos smart, de modo que si estás en Mar del Plata, la aplicación segmenta la búsqueda automáticamente para ofertas en esa ciudad. En OLX, además de eso ofrecen la opción de poder mandar mensajes de texto directamente al celular del vendedor, o viceversa, eliminando intermediaciones. 

La proliferación y el éxito de estos productos derivó en shopings virtuales especializados. Allí encontramos a los que ofrecen vehículos, herramientos de trabajo, muebles y hasta bicicletas.

Siempre es bueno considerar algunas recomendaciones a la hora de utilizar esta clase de servicios. Para comprar, por ejemplo, hay que tener siempre presente que las publicaciones tienden estar originalmente sobrevaluadas. Esto sucede por dos cuestiones: los productos tienen un valor sentimental añadido, y además el boom de estas modalidades impulsó a la gente al regateo. Por eso mismo, no hay que dejarse llevar por lo que se ve en las primeras imágenes que nos muestra la pantalla. A veces, los productos pueden estar muy bonitos pero no cumplen su función primordial.

A momento de vender, en cambio, es importante no ser tan específico en las descripciones, ya que el usuario acostumbra a preguntar cosas básicas aunque estén detalladas. Conviene también repetir la publicación varias veces, ya que la volatilidad del tiempo en Internet  hace que lo que se publica en horas de la mañana será historia a la tarde. Otro dato: a la hora de producir los encuentros para concluir la operación, preferiblemente hacerlos en lugares públicos, sobre todo en caso de objetos pequeños.